Jhon se levanta por la mañana. Son las 6 am. Su mujer y sus niñas siguen durmiendo. Se asoma a la terraza de su habitación y observa el inmenso mar turquesa del Caribe. Hoy tienen contratada una excursión de snorkle para ver las tortugas marinas. Esta nervioso porque sus hijas no paran de hablar de ello, y eso le causa emoción. Ya está deseando que se levanten. Cathy ya está despierta. Se pone su bikini (que guapa esta aun cuando pasan los años) y despierta dulcemente a Emma y Sarah
- ¡Tortugaaaas bieeeeen bieeeeeeen!- gritan saltando en la cama.
Se ponen su bikini veloz como un rayo y bajan al comedor del resort. Cereales, huevos a la mexicana, chile al gusto (Jhon se pone bastante porque adora el picante mexicano), fruta de todo tipo (Jhon adora el mango), deliciosos aguacates… su guía de snorkle les espera. Cuando regresan las niñas emocionadas no dejan de hablar de todo lo que han visto: peces de colores, las tortugas, erizos de mar… Aunque el día pasa parece que sus pilas no se agotan. Jhon las manda pronto a la cama porque por la mañana tienen visita a Chichen Itzá, la gran pirámide que ha sido declarada maravilla del mundo. No le gusta que Emma y Sarah solo vayan de turismo, quiere que aprendan historia.
Mientras las niñas duermen, Jhon y Cathy bajan a tomar un coctel al bar del hotel, junto a la piscina.
- Hoy estas guapísima- dice el en tono seductor. Es cierto. Se nota su bronceado y luce un vestido largo blanco sin mangas repleto de coloridas flores bordadas que se transparenta un poco, no demasiado, pero deja entrever su silueta al caminar
- Gracias- Se sonroja cuando él le piropea. Lleva el típico sombrero mexicano y una camisa blanca entreabierta. A sus 48 aún sigue en forma. Volver a Cancún le recuerda a su luna de miel. Se siente tan feliz como cuando eran unos chavales de 25- me he comprado este hipil en la tienda de artesanía del hotel. ¡3000 pesos! ¿Qué te parece? Solo 150 dólares, todo bordado a mano. Me encantan que las flores tengan tantos colores, resalta el rostro ¿verdad?
- Aún más con el bronceado, estas muy morena
- ¡Sí! Cogí bastante color esta mañana ¿no es genial? Todo resalta más cuando estas morenita
- ¡Pues aprovecha! Ya solo nos quedan 4 días
- ¡Ay Jhon! Que rápido pasa. Quien pudiera vivir aquí…
En la ciudad de Valladolid, Eva sujeta su mochila con fuerza. Esta ciudad colonial tiene algo que le llena de emoción. Sus colores, su gran plaza, sus gentes bailando al son de la Jarana y un exquisito olor a las deliciosas marquesitas del tío Batman. Cree que va a comprar una de mango y kiwi, pero tiene que checar su presupuesto antes. Martín y Gema van delante.
- ¿Un Poc-Chuc de esos, qué coño será?
- Yo que se tío, acércate y pregunta que siempre tengo que ir yo joder y la mochila me pesa un huevo ya- Gema tira la mochila al suelo
- Va yo voy- dice Eva mientras se acerca al mercado.
El Poc-Chuc resultó ser una mezcla de carnes asadas que olían riquísimo , y que para un bolsillo normal era bastante barato, pero ya estaban cortos de presupuesto. Valladolid es una ciudad rodeada de cenotes y querían ir a todos.
- Bueno pues nada, putos bocadillos otra vez. Se me va a poner cara de Manolete ostia
-Tío Martín, deja ya de quejarte- Eva tiene ganas de llegar al hostal, ya le pesa la mochila.
-Coño es que vale que no gastemos pero que llevo un mes comiendo bocatas y tacos, un día es un día ¿no? Pues vamos a un cenote menos y ya está joder, si son tos iguales…
-Mira ¿por qué no hacemos una cosa? Lo hacemos nosotros el Poc-Chuc ese. Al final es carne asada ¿no? Compramos la carne y algo de carbón y lo hacemos nosotros en el camping, fijo que nos sale por la mitad y comemos bien- dice Gema
-Ideaza. Lo veo. Lo veo pero vamos…muy loco, ya estoy salivando.
Compran en el mercado algo de cerdo, ternera, longaniza y pollo, como debe ser el Poc-Chuc, y para rematar un paquete de frijoles refritos.
-Tía está todo tirado de precio, menos el carbón. Es más caro que en España, 80 pesos 2 kilos…
-¿Eso cuánto es en euros?
-Pues como casi 4 pavos…¿qué hacemos?
-Joder ya compralo si no a ver cómo hacemos la carne…
-Venga va, tirando la casa por la ventara a tope a tomar por culo, un día es un día
Por la noche, encienden la barbacoa del camping y se sientan en las rústicas banquetas de madera. Eva aprovecha para tocar un rato el ukelele mientras Gema la acompaña con sus claves. Martín se ocupa de la barbacoa. Dos franceses, un canadiense con su guitarra y una chica de Moldavia se acercan a cantar con ellos. Después acaban compartiendo el Poc-Chuc, un plato de Ratatouille y unos pocos de nachos de paquete que trae la moldava.
-This is amazingly delicious!
-It is because of this. Black stone. Black stone this. Fire- dice Martín- carbón, tío, que la carne al carbón es otro tema, está que te cagas
-Yes, I know, its name its coal
-Eso, koala o como se diga. Está de locos tío, no me voy a lavar ni los dientes esta noche, pa que me dure el sabor.
-Tío Martín no seas puerco
La velada acaba con un poco de mezcal oaxaqueño que trae el canadiense. Se marchan a dormir más tarde de lo previsto, porque al día siguiente deben levantarse pronto para ir a ver el cenote de Oxmal. Les han dicho que mejor vayan a las 7 am para que puedan verlo solos. Pero estos momentos improvisados son los mejores. Y el Poc-Chuc al carbón, inolvidable.
-¿Quién ha puesto el despertador?
-Yo- dice Eva
-¿A qué hora?
-6 am
-¿Donde vas ostia? ¡Si son las 3!
-Y qué quieres, ¿quieres ver el cenote o no? Si es que has cogido el mezcal del canadiense y le has dado una paliza tío jajajaja
-Joder ya ves, mañana con resaca y todo al cenote tú verás…
-Y el ratito que hemos echao qué, no tiene precio hombre- dice Gema
-Venga buenas noches chicos os quiero- dice Eva
-Buenas noches
-Buenas noches amores
El sol sale por la ventana. Ya es hora de levantarse. Se lava la cara y las manos en la tina y se pone el pantalón. La camiseta no. Va a apretar el sol. En la palapa ya huele a tortilla recién hecha. Juanita lleva desde las 5 amasando y poniendo las tortillitas en el comal.
-Hatch ki (Está delicioso) - le dice a su esposa mientras moja las tortillas en el frijol licuado. Agarra su machete y sale a la palapa. La Maribel sale corriendo a darle un beso. Tiene 4 años. Su primo Romualdo se asoma a la puerta
-¡Bix a beel!
-Malob primo
-¿Va chambear?
-Órale
-Ko´ox (vamos)
-Ya bil mech Juanita
-Y yo a ti. Andale que no queda Yves, ni frijol ni na. No tomes.
-Yo que voa tomar pa que se me lleva la Ishtabai como al Pancho. Que no se supo más na del. Vera Kintala (ahora vengo)
Chucho sale por la puerta con Romualdo, camino a la Milpa, bajo el sol abrasador.
-Ama ¿quien es la Ishtabai?- pregunta el chico, de 6 años
Juanita sigue amasando tortilla con Jacinto en la falda. Recién hizo su Hetmek, la ceremonia maya en la que un bebé pasa de estar cargado a sostenerse sentado. Ya tenía 4 meses.
-Un demonio que se lleva a los borrachos
-Es una serpiente que llora. Y toma forma de mujer bonita y te lleva a los montes y ya no te regresas nunca más- dice Aibi con tono terrorífic
-¡Aaah amaaaaa! “hermana mala”
-Ya cállate Aibi que me asustas al Juancho. Ándale agarra los elotes que vamos al molino.
Camino del molino con sus 4 hijos y su enorme barrigota, Juanita piensa que ya está cansada y solo acaba de empezar el día. Pero tiene que trabajar. Por sus 4 chamacos y el que viene en camino. Menos mal que tiene a Aibi, la mayor de 10 años. Debería estar en la escuela, pero la necesita en casa. No puede sola. De repente, Maribel sale corriendo detrás de un perro callejero.
- ¡Peek! ¡Peek!
- ¡Maribel! ¡Párate!
Maribel no oye. Ya le dijo el médico que está sorda de un oído y sorda a medias del otro. Solo sabe decir algunas palabras. Pero no puede pagarle un tratamiento. Visitas médicas constantes a Mérida más lo que necesite la pequeña.
-¡Maribel K´e´ekem!- Aibi alcanza a su hermana antes de que la pise un cerdo enorme mientras lleva a Juancho de la otra mano, dando jalones y aun llorando mirando al suelo. No quería encontrarse a la Ishtabai.
Llegan al molino y allá están todas las demás mujeres sacando harina de las mazorcas de maíz.
-Bix a beel Juanita
-¡Malob Ani!
-¿Vas a la capilla? Vamo a orar Yum Kaax pa la cosecha
Yum Kaax es el dios maya del maíz y la fecundidad. En la comunidad de Juanita aun creen en sus dioses ancestrales.
-Si pues
Cuando acaban, regresan a su palapa, su pequeña cabañita de madera y hojas de palma. El comal sigue prendido y Juanita coloca la olla para hervir el frijol. Juanita y Aibi amasan las tortillas y las ponen al comal. Juancho le echa de comer a las gallinas y recoge los huevos.
Luego barren su terreno, alimentan a los cerdos y los gansos y marchan a recoger lima y zapote. Es la hora de licuar el frijol para dejar listo el almuerzo. A eso de la 1 hacen tortillas y comen. Juanita prepara algunas y las mete en una bolsa con un poco de frijol y huevos revueltos. El Juancho se va a la Milpa a llevárselo a su padre.
Aibi y Juanita se quedan en la casa con el bebé. Juanita tiene que terminar un hipil. El patrón llega mañana a por los 5 que encargó y aun le queda mucho trabajo. 3 volantes de flores bordadas a mano. Menos mal que Aibi ya aprendió a coser. Si no, no podría sacar la chamba. Por 5 hipiles le pagan 1500 pesos (unos 70 euros), y le había tomado casi 6 meses de trabajo diario. Cada hipil lleva varias hileras de volantes repletos de flores bordadas a mano. Un solo paño (un cuadrado de 20x 20 cm) lleva toda una tarde sin descanso. Mientras Cathy paga en Cancún 3000 pesos por un hipil bordado (150 euros), a Juanita un patrón le paga 300 pesos (15 euros) por un mes de trabajo.
Mientras tanto, en la Milpa, Pablo y Romualdo seguían chambeando. Recogiendo yves, maíz, frijol…el sol pegaba fuerte en la espalda. Una chela fría no vendría nada mal, pero hoy no daba la plata para lujos. Les debían 1000 pesos de miel y el patrón no había pasado aún por el carbón. A 100 metros de ellos, el señor Gregorio les llama:
-¿Qué pasó? Mucha chamba pa ti solo wey, y tu hijo onde anda
-Salió a por las bolsas pal carbón del patrón y el horno tiene que estar pa hoy.
En la comunidad, todos se ayudan. Porque todo se reparte. Aunque cada cual recoja sus alimentos y haga sus hornos de carbón, las ganancias se comparten, y los hombres siempre trabajan codo con codo. Todo es comunitario, como siempre ha sido. A lo lejos llega Juancho.
- ¡Acá está el Juancho! Paren, vamos a botanear.
Cuando terminar de picar las tortillas y el frijol, Pablo y Romualdo dejan la Milpa y agarran dos palas. Con sus manos encalladas, curtidas del campo, empiezan a echar tierra y hojas al horno. Juancho les observa curioso y se une a la tarea.
-Apa, ¿Por qué echamos tierra?- Pablo le mira sonriendo. El sudor le resbala por la espalda.
-Pos porque hay que cerrar el horno mijo- se gira hacia su primo ¡Viste Romualdo! Mijo no está apapachao como el tuyo wey, este quiere aprender como su apá- vuelve a mirar a Juancho- Esto pa que el humo de a la leña y salga el carbón mijo. Agarra unos hojas ándale chamaquito. Ahí ahí tírale tírale.
Terminar un horno se toma 10 días. De sol a sol. De cada horno salen 2500 kilos de carbón que el patrón se lleva. El patrón les da las bolsas y la máquina para cerrarlas, y una vez cada 15 días llega en carro a llevárselo todo y venderlo en los supermercados de la ciudad. Por cada bolsa de 2 kilos, que Martín compra en la ciudad a 80 pesos, el patrón le paga a Pablo 5 pesos (25 céntimos de euro)
Estas historias están basadas en hechos reales. Casi todo el turismo Europeo, Americano o en términos más claros, del llamado primer mundo, se concentra en los estados mexicanos de Yucatán y Quintana Roo. Chichen Itzá, cenotes, Cancún, Ribera Maya, playas paradisiacas, clima tropical, gente simpática, hoteles de lujo, cocos fríos al atardecer… la vida es perfecta a ojos extranjeros y es el destino perfecto para una inolvidable luna de miel. ¡Quien pudiera vivir aquí, que bien vive la gente en México! Frases que oímos de boca de 4 jóvenes turistas que viajan en caravana al norte de la península, a playa del Carmen, a bucear en Cozumel o salir de fiesta en Tulum. En sus brazos y costados abundan los tatuajes Carpe Diem, disfruta el momento y vive tu vida. Libertad también se lee. Pero no conocen el significado de libertad para el yucateco de interior. La vida es perfecta, sí, pero solo para el turista. Levantarse a las 6 de la mañana y tomar un desayuno buffet para tomar el sol con un coctel en la mano parece mucho mejor plan que levantarse a las 6 de la mañana bajo el sol del clima tropical con un machete en la mano para hacer un horno de leña o coser hipiles hasta el atardecer. Y el buffet libre se ve mejor que beber agua de poza y comer tortilla de maíz. La vida en Yucatán y Quintana Roo no es tan idílica.
En Yucatán y Quintana Roo se mueve mucho dinero del turista extranjero. Sin embargo tan solo a 2 horas de las playas paradisiacas y hoteles resort, la gente sobrevive a base de frijol licuado y 14 horas de trabajo. No hay ambulatorios ni medicina básica. Las escuelas son palapas y los profesores no son licenciados. ¿Dónde se queda el dinero del turista de Yucatán? ¿En tierras mexicanas?
La respuesta es no. Viajeros y aventureros, viajar a Cancun o Tulum no es viajar a Mexico. No es fomentar la economía mexicana ni ayudar a levantar este país. Ni siquiera pisáis suelo mexicano. Estáis dejando vuestro dinero y contribuyendo a un sistema de extorsión llevado a cabo por vuestros propios países. Yucatán está siendo víctima del acoso y expropiación de tierras. Cada vez más grandes empresas extranjeras, especialmente europeas y norteamericanas y gracias a ese justo sistema de libremercado que autoriza eufemísticamente el saqueo, compran tierras y playas mexicanas a precio de risa para enriquecerse a costa de unos recursos naturales que no les pertenecen. No contentos con monopolizar el territorio, también están monopolizando el duro trabajo artesanal, explotando los precios al turista y llevándose la mayor parte del beneficio.
Esta es la realidad: la otra cara de la moneda.