En la tradición amazónica, lo físico está muy unido a lo espiritual. Para ellos, la selva, la madre tierra, es el origen de todo y popularmente necesitan ponerse en contacto con lo que ellos llaman el vientre madre. Los habitantes de la amazonía son fieles creyentes en la medicina natural. Para ellos, la selva es la gran farmacia natural que nos ofrece la tierra, y muchos reniegan de la medicina contemporánea. Prefieren asistir a sanadores o shamanes que conocen los secretos de las plantas y preparan brebajes naturales para curar las enfermedades. Estos brebajes naturales suelen ir acompañados de cantos u oraciones que ayudan a sanar el espíritu. Si has leído literatura latinoamericana, habrás apreciado la mezcla de medicina y santería, el “realismo mágico”. Cuando lees los libros de Allende, Esquivel o García Márquez piensas que exageran al hablar sobre las tradiciones mágicas, ¡pero la realidad es igual que en los libros!
La magia, las leyendas y los ritos están presentes en la vida de la selva. Es por esto que son muy típicos los retiros espirituales a los bosques durante semanas en unos rituales de origen indígena que son asistidos por los llamados shamanes ayahuasqueros. ¿Sabes por qué se llaman así? Porque son los únicos expertos de la Amazonía en el uso de la Ayahuasca, el brebaje “curativo” más potente para los autóctonos. Y cuando digo “curativo” me refiero a que cura, según su tradición, tanto el cuerpo como el alma. Limpia por dentro y limpia por fuera, y ayuda a profundizar las ideas. Aquellos que lo prueban dicen que viven experiencias trascendentales y esclarecedoras, visiones futuristas, y que tras los rituales encuentran las respuestas de la vida que buscaban desde siempre. Te dejo algunas pinturas de artistas que han intentado plasmar las visiones que experimentaron durante el ritual.

El ritual de Ayahuasca es una de las muchas cosas que ofrece Iquitos, pero si quieres disfrutarla te recomiendo que lo hagas con los pies en la tierra y que estés muy seguro y dispuesto antes de dar el paso. Las experiencias con Ayahuasca y los retiros a la selva están a la orden del día. Me refiero a que han pasado de ser una costumbre local a convertirse en algo muy turístico. Viajeros de todas partes acuden a Iquitos en busca de la experiencia de la Ayahuasca, y puedes encontrar un shaman fácilmente solo con preguntar. No te irás de allí sin oír hablar de ella o conocer a alguien que haya asistido. Pero te aconsejo que vayas con mucho cuidado. Desde que aumentó el turismo han surgido muchas personas que dicen ser shamanes y conocer el uso medicinal de la Ayahuasca. La experiencia con esta planta puede ser muy satisfactoria o muy caótica, y si asistes tienes que preguntar muy bien e informarte antes de ir con cualquiera, sobre todo porque el Ayahuasca se toma en retiros espirituales en medio de la Selva que suelen durar como mínimo un fin de semana o incluso semanas completas.
En cuanto a mi experiencia personal, yo estuve más de un mes en Iquitos y no he asistido a ningún ritual de Ayahuasca. Sin embargo si he hablado con muchas personas que lo han hecho, y sus vivencias son de lo más diversas. Como dije antes, o relatan experiencias muy satisfactorias, o muy desastrosas. Mucha gente afirma vivir la experiencia de su vida, pero otros lo pasan realmente mal durante estos rituales.
¿Quieres descubrir cómo se lleva a cabo este ritual? Si decides hacerlo, visitarás a un shamán. Te dirá que tienes que hacer dieta depurativa días antes del ritual, esto es: no comer sal, no tener relaciones sexuales, no tomar bebidas alcohólicas y otra serie de indicaciones. Realizarás una salida a la selva, normalmente a una maloca o casa de madera donde el shamán trabaja.
Una vez llegas, comienzan las sesiones de curación. En estas sesiones de curación, que se realizan normalmente por la noche y en días fijos de la semana, hay entre cuatro a ocho pacientes. El ritual se inicia alrededor de las ocho o nueve de la noche, y tiene una duración de hasta siete horas. Se lleva a cabo en completa oscuridad, lo que estimula el elemento visionario del Ayahuasca. La mayoría de las veces el shamán canta ícaros o “canciones de poder” para invitar a los espíritus buenos y para llevar a cabo la cura. A veces los pacientes son invitados a sentarse con el chamán, que canta en voz baja, especialmente para cada uno de ellos. El tabaco es una herramienta importante en esta tradición, junto con la chapada, un manojo de hojas. El humo del tabaco es soplado sobre el Ayahuasca y el paciente, con el fin de atraer las energías positivas. La chapada es utilizada como si fuera un instrumento de percusión, golpeando el aire con un intervalo regular.
La experiencia debe ser toda una aventura, pero hay pros y contras: también conlleva su riesgo. La Ayahuasca es la base de la medicina tradicional de al menos 75 tribus indígenas diferentes de la región amazónica, pero la historia de la Ayahuasca es relativamente desconocida. Debido a una falta de datos y pruebas, nadie sabe dónde se originó el uso y la preparación de la Ayahuasca, aunque diversos hallazgos arqueológicos indican más o menos que las plantas alucinógenas se han utilizado en la Amazonía desde 1500 - 2000 a.C. Los Jesuitas que viajaron por el Amazonas fueron los primeros europeos en mencionar la Ayahuasca y en un informe que data de 1737, se describe como una poción embriagadora que es ingerida para ponerse en contacto con los dioses, y que tiene el potencial de desconectar a uno de todos sus sentidos.
Debes saber que el brebaje que tomarás de Ayahuasca es una combinación de dos plantas: una depurativa y otra psicotrópica, -la enredadera de ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (Psychotria viridis), que contiene el alucinógeno dimetiltriptamina (DMT).
En muchos países como Estados Unidos y el Reino Unido, el DMT es ilegal.
El gobierno británico advierte que su consumo puede tener serias implicaciones para alguien con problemas de salud mental, pues el alucinógeno puede ser responsable de desencadenar trastornos en aquellas personas predispuestas, aunque inconscientes de ello.
Las personas con las que he hablado coinciden en que tomar Ayahuasca te pega un buen viaje visionario y en que es una experiencia muy introspectiva y personal. Pero tendrás que ir seguro de ti mismo, no agobiarte con lo que puedas ver, y ser consciente de que todo es efecto psicotrópico y pasajero. Aunque recuerda que el viaje mínimo son 7 u 8 horas, durante toda una noche y en medio de la Selva.
Además, el efecto depurativo de la otra planta hace que no pares de vomitar. Es parte del ritual de limpieza interior, y tienes que ir sabiendo que esto te va a ocurrir. Pero dicen que después del mal trago es cuando empieza la experiencia.
Si quieres leer más, aquí tienes un artículo sobre una experiencia real de ritual de Ayahuasca.
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140430_salud_ayahuasca_yage_propiedades_gtg
A partir de ahí, cada uno puede sacar sus propias conclusiones y tomar sus decisiones. Participar en un ritual de Ayahuasca debe ser una decisión consciente y personal, pero veía importante que conocieras todas las perspectivas para evitarte que pases un mal rato si eres más susceptible que otros (¡como me pasa a mí!)
¡Espero que te haya servido de ayuda!