Pasear por Atenas es todo un lujo. Si tienes la oportunidad de visitarla te sorprenderá, y no te llevará más que un par de días. Te comentamos los puntos clave para que organices tu ruta.
En nuestro caso, no teníamos buenas recomendaciones: que si la ciudad era sucia, que si había droga en las calles…El caso es que nosotros no sentimos ningún peligro ni inseguridad en ningún momento, y tampoco nos dio la impresión de ser una ciudad como la que nos habían descrito. De hecho, nos gustó tanto que la visitamos en dos ocasiones.
Atenas es una ciudad con mucho encanto, original y con mucha historia. Los barrios de Monasteraki y Plaka son una delicia, y también los mejores sitios para probar la comida griega: En Monasteraki, bares alternativos, restaurantes iluminados a la luz de las velas, música griega en las calles, flores en los balcones, y cantidad de pequeños monasterios (de ahí su nombre) que alegran la vista. En Plaka, antiguas casas blancas llenas de flores, calles estrechas y adoquinadas, y cantidad de escaleras donde se asientan numerosos restaurantes que colocan coloridos cojines en los escalones para que disfrutes informalmente de una cerveza. En ambos barrios hay cantidad de calles (las más famosas Ermou o Adrianou) donde puedes comprar souvenirs griegos como jarrones, esculturas o las típicas sandalias griegas a muy buen precio. Sino, date un paseo por el mercado central de Atenas, donde también podrás encontrar ofertas.
Y si tienes tiempo tampoco te pierdas los encantos del barrio de Exarcheia, un barrio alternativo anarquista, autogestionado e independiente donde encontrarás cantidad de arte callejero.
En cuanto a visitas culturales tienes para elegir. Puedes hacer (y te lo recomendamos) un tour gratuito a pie, disponible en español e inglés y que sale 2 veces al día desde el arco de Adriano, donde tendrás la oportunidad de ver (ya que está al lado) el estadio olímpico, cuya curiosa historia te contaré en otro artículo del blog.
Puedes visitar el Ágora antigua y la romana, el Erecteón, el Hefestión, el templo de Zeus o el teatro de Dioniso. Te recomendamos enormemente que visites el museo de la Acrópolis, donde están la mayor parte de los restos del Partenón que se conservan en Grecia y donde puedes informarte de toda la historia de la Grecia Antigua.
En cuanto al Partenón, te recomendamos que te levantes tempranito, y a eso de las 8 o 9 am te vayas a la cola, saques la entrada y lo visites tranquilamente. A partir de las 10 ¡se peta! Esperarás muchísimo y tendrás que recorrerlo en una marabunta de gente y con todo el peso del calor, ya que a eso de las 11 el sol se hace insoportable. Nuestro consejo es que vayas temprano al Partenón y ya de ahí visites Plaka o Monasteraki y comas por allí.
Si después de todo el día estás cansado de visitar, no dudes en subir al monte Licabetus, el punto más alto de Atenas. Puedes subir andando, pero si llevas todo el día caminando como fue nuestro caso, te aconsejamos que subas en taxi y bajes caminando. Cuidado con lo que te quieran llevar los taxistas, a veces intentan cobrarte de más. Lleva tu cerveza o refresco, algo de picar, y sube antes del atardecer. Desde arriba se puede ver incluso el puerto de Pireo y algunas islas griegas y puedes disfrutar de un momento único a la puesta de sol. Impresionante.
Tras la puesta de sol en el Licabetus, pásate por algún restaurante de Plaka a probar delicias como las gambas saganaki, la mussaka o el kefalotiri. Y por supuesto, que no falte un traguito de Ouzo con hielo.
Y a disfrutar ¡Opa!